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ARTE REAL.
Por REX.
René Ruíz Mejía
PROMOCIÓN DE MANDOS.
El día de ayer por la noche recibí una llamada de
una señora para solicitarme que la ayudara en un problema, pues no sabía nada
de una de sus hijas la cual salió de la escuela y aparentemente después de
tomarse unos alcoholes se dirigía hacia su casa, pero no llegó, y de ello ya
habían pasado más de 24 horas
Cabe mencionar que yo a esta señora no la conozco;
de vez en cuando me presento a alguna escuela a impartir una charla sobre
prevención del delito a los alumnos, y de esa forma me contactó.
Realmente la señora se oía angustiada, y dentro de
su relato lo que me angustió a mi fue oír que cuando fue a CAPEA a solicitar
ayuda de esta H. Procu las personas que la atendieron, servidores públicos
capacitados para ello (ironía) lejos de hacer algo para que se tranquilizara se
burlaron de la situación, “Su hija debe estar en algún hotel con su novio”, “Déjela,
cuando se le pase lo borracha a su hija va a regresar”. ¿Cual piensan que fue
la imagen de esta señora por la procu?
Obviamente no tendría por qué creer que este es el
trato que la procu le da a la gente común. Y digo la Procu en general porque a
esta señora no le importa que la haya atendido el M.P. Fulano González, o el
Agente de la Policía de Investigación Sutano Pérez, o Perengano Godínez, o René
Ruíz. Pare esta persona es la Procu y ya. La atendimos TODOS, y mal.
Pero, la verdad me duele reconocerlo, si le creo.
En el tiempo que he estado en este medio del espectáculo, he visto compañeros
bromeando y gritando groserías mientras otro está entrevistando a una víctima
del delito, me ha dado pena ajena escuchar a compañeros, y lo peor es que
también a compañeras, con vocabularios granados, floridos y fálicos enfrente de cualquier persona sin
ningún tipo de recato (me ruborizan a mí, que ya es decir mucho), eso sin
contar otras situaciones que ya conocerán los que hayan estado en una guardia
de agentes. Puede llegar a ser muy desagradable.
Y no es que sea espantado, pero mi familia, la
tuya, de de algún conocido, la de tu quelite o canal dos, la de tu novia, la
del amigo con quién andas quedando bien, pudiera verse en la mala suerte de
acercarse al M.P. para denunciar algo y ver el ambiente en el que se trabaja.
De pena ajena.
Esta situación viene al caso por las siguientes preguntas:
- ¿Somos servidores públicos, o nos servimos
del público?
- ¿Dejaremos de ser algún día mal vistos por
la sociedad?
- ¿Realmente nos gusta nuestro trabajo o
solo estamos aquí por circunstancias?
Al menos a mi me interesa, me gusta mi trabajo y
trato de hacerlo bien porque va mi prestigio de por medio. No me gusta que me
señalen como un policía naco por las acciones de unos cuantos. Al menos en
donde he estado como mando yo no tolero acciones que denigran o vejan a quienes
se acercan a denunciar o a pedir un poco de justicia.
- ¿Así que quieres ser mando de
la tira?
- ¿Para qué?
Ojalá y los mandos que se lleguen a
promocionar participen un poco en el cambio de imagen de la tira y de la procu.
Ya nos merecemos otro trato entre nosotros y la sociedad. No creen?
“¿Qué es el mono para el hombre? ¡Irrisión o
penosa vergüenza! Así también el hombre ha de ser para el superhombre irrisión
o penosa vergüenza.” Friedrich
Wilhelm Nietzsche (Así hablaba Zaratustra)
Así que si no muero de pena ajena -o me matan los monos-, nos
vemos en la próxima.
Es cuánto\
21-Septiembre-2012